No me entiendes…
Detrás de esta frase o reclamo, existe un grito de auxilio por la falta de entendimiento con nosotros mismos.
Baja autoestima porque no nos conocemos, porque hemos olvidado quienes somos realmente, porque hemos perdido el enfoque y el sentido de la vida.
Después de mucho tiempo aprendiendo a agradar a otros y a obedecer a los demás, nos hemos convencidos de no tener suficientes motivos para vivir como seres auténticos. Nos hemos acostumbrados a buscar pruebas, a discutir, a gastar nuestra energía en convencer o cambiar a los demás, a defendernos, a rechazar, a quejarnos y a criticar…
Hasta que nos llega el momento de darnos cuenta!, que la respuesta ha estado al alcance de nuestra mano, siempre. Sólo es necesario reconocernos, aceptar y creer en nuestras propias capacidades, empezar a dar valor a lo que realmente nos importa:
«Aceptar nuestro sentir” sin la necesidad de que nos crean, sin necesidad de que los demás vean o entiendan porque es más que suficiente que nosotros mismos nos entendamos, nos respetemos y seamos compasivos con nosotros mismos y con aquellos que no pueden sentir, ver o entender lo mismo que nosotros, en el mismo momento.