Mi presente

Los niños están siendo mi presente, ellos me están enseñando a recordar el lenguaje del amor.

Ellos saben dar y recibir cuando realmente lo sienten, sin pensarlo ni racionalizarlo, solo viven el presente, el instante del «ahora».
Me están enseñando que no debo tener miedo a dar amor, si lo doy disfrutando, a quien también puede disfrutarlo.
Me han enseñado que no debo tener miedo a ser rechazado porque quien rechace mi amor, me estará enseñando que estoy dando desde mi necesidad, a quien no lo ha pedido o no puede disfrutarlo justo en ese momento.
Me están enseñando, que todos los seres humanos somos seres de amor, que nuestro lenguaje original y universal lo expresamos amando.

Que mientras más juguemos, riamos, bailemos, cantemos, pintemos, escribamos o imaginemos, más libres y auténticos nos sentiremos.
Que llorar, enfadarnos, asustarnos y decir «no», también son necesarios para amar, vivir el ahora y ser nosotros mismos.
Que la verdadera riqueza la encontramos siempre en un solo instante: en el «ahora». Y la verdadera pobreza: en lo que «pudo ser» o «podría ser».

Que respirar, reír y amar son necesidades previas a comer, beber y dormir. Y que estas verdaderas necesidades, suelen estar escondidas hoy en día detrás de: comprar, trabajar, tener, hacer, quedar y controlar…

Que el amor coleccionado, atrapado o acumulado, huele a miedo, a odio, a ira y a escasez.

Qué el amor derrochado y desperdiciado, huele a soledad, a sometimiento, a humillación, a carga y a anulación.
Por todo esto, es que los niños viven el «ahora» porque el presente fluye como un río, sin sequías ni desbordamientos. 
Antes creía que éramos los adultos quienes teníamos que decir a los niños lo que debían de aprender. Ahora creo que todos somos maestros. Los niños nos recuerdan nuestro leguaje original y nosotros los adultos les enseñamos un mundo necesitado de amor.
La situación en la que nos encontremos en este instante, es nuestro «ahora» y es perfecto. No importa lo que te suceda sino cómo lo vives.

Es nuestra elección disfrutar el «presente» o resistirnos a él.

You may also like

Leave a comment

Traductor »