EL MIEDO A AMAR

EL MIEDO A AMAR
Sin darnos cuenta, aprendemos a obedecer y a agradar a los demás antes que a nosotros mismos por miedo a ser abandonados y por miedo a no seguir siendo parte de una relación.
Sin darnos cuenta, aprendemos a acumular resentimiento y frustración por miedo a que nos juzguen y por miedo a enfadar más a los demás.
Si nuestro cuerpo fuera una casa, el miedo y el dolor serían las alarmas que dan el aviso inmediato para hacer cambios inmediatos. Cambios o gestos de amor propio y de amor hacia los demás, pero si no atendemos la alarma, nos acostumbramos al ruido estridente de tener las alarmas encendidas todo el tiempo. Sin darnos cuenta hacemos de nuestra casa un lugar peligroso y con el tiempo se convierte en nuestra propia cárcel.
Nuestro cuerpo es nuestra casa y nuestro templo porque quien habita en ella es lo más sagrado para nuestra experiencia de vida y porque somos una creación divina. Dios está dentro de nosotros escuchándonos y hablándonos en todo momento, su voz es nuestra consciencia, solo hace falta parar y respirar para escucharle y sentirle en nuestro interior. Dios es quien sabe que debemos hacer en cada momento, incluso cuando se nos disparan las alarmas.
No hace falta pedir ni insistir a Dios sobre lo que queremos, porque lo sabe todo. No hace falta humillarnos ni sacrificarnos porque nos hizo libres y abundantes. Somos nosotros quienes le ignoramos.
Mientras más comunicación tengamos con Dios en nuestro interior, más cuidado y respetado será nuestro cuerpo, porque si Dios vive dentro de nosotros, nos llenamos de paz, compasión, confianza, plenitud y vida.
Nuestros cuerpos y nuestras mentes enferman cuando hemos dejado de sentir a Dios en nuestro interior. Y los milagros existen porque solo hace falta un instante para volver a sentirle dentro.
Todos hemos enfermado y hemos vivido milagros, nadie nos lo ha enseñado, pero lo sabemos porque hace parte de nuestra capacidad de sentir.
Es importante preguntarnos ¿Siento a Dios dentro de mi o me he desconectado sin ni siquiera darme cuenta? Porque en cuanto salimos de la ignorancia, activamos nuestra consciencia en el mismo instante y ese es el milagro.