El cambio en movimiento

ALBERTO DE PEDRO

BIOGRAFÍA

Nací el 29 de mayo de 1980 en Madrid, soy el menor de tres hijos con gran diferencia en edad y maneras de ver la vida. He crecido rodeado de tradiciones españolas y con un entorno familiar muy dedicado a las ventas, con un especial interés en la económica y en la moda textil.

Llegué cuando mis padres habían decidido no tener más hijos, nací sano y de manera natural a pesar de la creencia de riesgo del momento, por la edad de mi madre que era mayor de 36 años.

A los 14 años desarrollé diabetes tipo 1, sin antecedes ni motivos aparentes. Este diagnóstico marcó un antes y un después en mi vida. En su momento fue motivo de alarma y cambios difíciles para mí y para mi familia. Hoy reconozco que está siendo una oportunidad para tomar consciencia, a mi medida atendiendo mis miedos y transformando creencias atrapadas en el tiempo.

En mi caso, la diabetes no ha sido sinónimo de sobre peso, dietas, excesos ni limitaciones a la hora de moverme y relacionarme. Al contrario, ha sido un motivo de fuerza mayor para empezar a tomar mis propias decisiones y sentirme responsable mucho antes de lo previsto. Sin darme cuenta, la diabetes me ha venido dando motivos para permitirme ser diferente y acercarme a ser yo mismo.

Posiblemente uno de los regalos más significativos que me ha dado la diabetes, es el reconocimiento de mi capacidad innata de “salir” de lo conocido a lo desconocido, de ir al cambio y a lo nuevo, siendo yo el propio cambio sin ni siquiera darme cuenta.

En la polaridad más negativa, esta gran capacidad la vivo como una sensación de “inseguridad” porque no sé nada ni me siento parte de nada. En la polaridad más positiva, esta capacidad toma la apariencia de “tolerancia” que me permite adaptarme a todo y a todos, sintiéndome seguidor por miedo a dejar de ser parte de lo que más quiero. Y en equilibrio, esta capacidad me recuerda mi potencial de “transformar”, de ser alquimia desde mi propia historia, iniciativa y orden.

Cuando conocí a Guiselle supe que era la mujer con quien quería compartir mi vida, muy a pesar de las circunstancias desfavorables o poco probables, inicialmente por nuestras diferencias y posteriormente por su enfermedad, pero hoy que ya ha pasado la etapa del gran cambio, reconozco que supe y vi en ella lo que solo hoy se puede saber y ver.

Guiselle es un testimonio de cambios en sí misma y es la persona con quien elijo seguir avanzando hacia el cambio. Fue la primera persona en comunicarse con mi diabetes, hablando con mi sangre, mi corazón y mi páncreas como quien habla con otra persona, sin asustarse ni asustarme, puso voz a los niveles de azúcar en sangre coincidiendo con los medidores de glucemia que he usado a diario, leía el desgaste y la producción de energía en mis órganos, reconocía mis cambios físicos, emocionales y mentales según el nivel de insulina y azúcar, lo hacía si estábamos despiertos o dormidos, cerca o a distancia, incluso en diferentes ciudades y continentes. De alguna manera, compartió con nuestro perro Blue la lectura de glucemia desde que era un cachorro y gracias a esto, hoy nuestro perro lleva un chaleco de Alerta Médica y es un perro de servicio desde el 2015 por detectar mis bajadas de azúcar en sangre.

Es de gran ayuda que tu pareja, tu mascota y los medidores de glucemia te digan cómo está tu azúcar en sangre durante las 24 horas del día, cuando tienes diabetes tipo 1, porque no es nada fácil saber la mezcla perfecta entre comida + insulina + actividad física, cuando la insulina es inyectada antes de cada comida y antes de dormir porque se supone que tu páncreas no la produce ni la regula porque se ha “dormido”. También es cierto que ésta aparente comodidad se puede convertir en dependencia, en una exigencia e incluso en una deuda de los demás hacia quien la necesita. Por esto, sigo atendiendo los cambios repentinos, afinando mis dosis, mis ritmos y experimentando mis propias maneras de relacionarme con mi páncreas.

Todavía sigo en el proceso de descubrir si la sanación de mi páncreas consistirá en sentirme cada vez más libre a la hora de transformar y crear, o de sentirme cada vez más alquimista a la hora de liberarme. En otras palabras, no sé todavía si me iré de esta vida como el diabético más feliz y libre o el hombre al que la diabetes le devolvió a su verdadera libertad y felicidad.

 

 

 

Reconocer la motivación interior de manera auténtica me permite expresar el YO SOY y avanzar a nuevas maneras del SER

SALIR: Ir o pasar de un lugar cerrado o limitado al exterior, a través de una abertura o paso. COMUNICACIÓN.

SALIRE: Saltar hacía fuera. CERTEZA.

SALTARE: Bailar, dar saltos repetidos. MOTIVACIÓN.

SALTUS: Salto, impulso hacia arriba para elevarse del suelo. LIBERTAD.

 

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